Latinoamérica ha sido clave para el desarrollo profesional y personal del abogado estadounidense Dan Green. No solo su esposa es chilena, sino que parte de sus epifanías en el mundo del emprendimiento ocurrieron en ese país, al que viajó para hacer un intercambio estudiantil que duró cuatro años.
Desde entonces, la suya es una historia personal de dedicación para construir puentes entre América Latina y Silicon Valley.
De regreso a California, en el año 2004, buscó la oportunidad de trabajar con emprendedores y talentos de América Latina que quisieran desarrollarse en tecnología. Así conoció a los fundadores de Needish, dos chilenos y un sueco avecindado en Chile, quienes años más tarde serían los creadores de Cornershop.
“Trabajar con ellos me dio mucha satisfacción personal: los asesoré en cómo deberían estructurar su entidad legal, cómo deberían financiar la empresa, cuáles serían los desafíos, cómo deberían emitir opciones. Todas áreas legales que dominaba, porque en Silicon Valley son temas comunes, pero en ese momento no lo eran en Latinoamérica”, recuerda.
Una cosa llevó a la otra y entre en viajes personales y profesionales, Green conoció a mucha gente, con lo que fue creando relaciones de negocios, “y cada vez con un ojo más refinado respecto de qué empresas serían los mejores clientes para mi práctica”, agrega.
Estos últimos quince años Green ha hecho carrera con Gunderson Dettmer – el nombre completo es Gunderson Dettmer Stough Villeneuve Franklin & Hachigian- firma de abogados internacional que tiene un enfoque especial en el ecosistema de capital de riesgo y emprendedor de América Latina.
De hecho, la compañía tiene a su haber la representación en transacciones de fusiones y adquisiciones en el continente por más de US$ 3.800 millones desde 2014, incluida la adquisición de 99 Taxis por parte de Didi en 2018, la adquisición de Vivareal por parte de OLX Brasil en 2020, la compra de Cornershop por Uber en 2020, la adquisición de Elo7 por Etsy en 2021, la de Neoway por B3 en 2021 y la adquisición de Technisys por SoFi en 2022.
Con una reciente oficina regional inaugurada a fines de julio, localizada en Sao Pablo y comandada por liderada por los socios corporativos Brian Hutchings, Adan Muller y Christel Moreno, era totalmente lógico que Green también asumiera un rol protagónico.
“Complementariamente a la parte de nuestra práctica focalizada en Brasil, Gunderson Dettmer tiene también una práctica robusta que asesora a empresas y VCs de alto crecimiento y a fondos de capital de crecimiento en México, Colombia, Chile, Argentina y Perú”, afirma Green, quien es colíder de la práctica latina.
UN AÑO HISTÓRICO
Gunderson funciona como un grupo consolidado, con distintas áreas de enfoque y distintas prácticas, cubriendo, además de Norteamérica y Asia, a los países latinos. Ahí Green coordina un equipo de casi 25 abogados, principalmente corporativos, pero también con experticia en el área de propiedad intelectual, fiscal, y de fusiones y adquisiciones.
Como él gusta de decir, son un despacho boutique. “Sólo representamos a las empresas, las startups, las empresas tecnológicas y los fondos de capital de riesgo que inviertan en este tipo de startups y áreas de apoyo. Principalmente, brindamos asesoría legal a los clientes. Dedico entre 80% y 90% de mi tiempo hacia las empresas y no hacia los fondos. Hay otros socios, compañeros míos, que hacen mucho más asesoría para los fondos”, especifica Green.
Desde esa vereda, Dan analiza el momento por el que Silicon Valley y, en general, el mundo del emprendimiento de alto impacto y el venture capital atraviesan. Uno en que el financiamiento ha dejado de ser espectacular y donde existe despidos masivos debido a la inflación, el bajo crecimiento y la incertidumbre global.
“Este año es distinto que el año pasado, que fue histórico para Latinoamérica. No podemos comparar 2022 con 2021 sin tener un contexto más amplio, porque el año pasado fue histórico en todo sentido de la palabra: pasamos por una pandemia única en nuestras vidas, pasamos por una destrucción enorme de cómo trabajamos, cómo interactuamos con Zoom, que no existía hace un par de años… Y vemos que las semillas plantadas desde hace muchos años llegaron a florecer”, recalca Green.
Para él es bastante obviamente que ahora se vive una etapa más difícil para las empresas que están tratando de levantar capital.
“Pero [el ecosistema] sigue sano. Sano, en el sentido de que hay muchísimo talento y muchísimo capital”, explica.
Su tesis es que, cuando se levanta un fondo de capital de riesgo, por ejemplo, de cien millones de dólares, ese fondo va a ser invertido a través de varios años y no en uno solo.
“Tenemos empresas que han sido muy afectadas por la pandemia, algunos de forma muy negativa y otros muy positiva. En el caso negativo, eso no significa que el talento va a desaparecer o que va a volver a una empresa tradicional. Muchos emprendedores van a perder aún más, pero también van a saber cómo aguantar estos altibajos (…) y en la próxima crisis van a estar mejor equipados para enfrentarla”, predice el abogado.
Como todo ecosistema, el del venture capital encontraría su acomodo, como competidores pequeños, sujetos a condiciones adversas, que van a optimizar la adquisición a un mejor precio que hace seis meses.
“Estamos hablando de un ecosistema donde hay riesgo y con riesgo existe fracaso. Tenemos muchos fracasos en Silicon Valley, y el fracaso no es una mancha, es un hito dentro de los muchos hitos de una startup ¿no? Entonces, yo creo que es sano experimentar lo que estamos viendo este año; el año pasado, en cierto modo, fue demasiado exuberante”, reflexiona Green.
BUSCANDO EL TALENTO
Nuevamente, entender todo el panorama se reduce a cómo se comporta el capital de riesgo y los tipos de inversionistas.
“En venture capital los retornos son enormes [porque] el riesgo es grande, pero también estamos hablando de horizontes de tiempo más amplios. Una inversión típica de etapa semilla se ve florecer en cinco, ocho años, en muchos casos. A veces más, a veces menos, pero si uno tiene ese lujo de tener un horizonte de inversión, no es tan relevante lo que está pasando en Ucrania hoy, por ejemplo” explica.
Y en ese contexto, “América Latina, para muchos inversionistas internacionales sigue ofreciendo mucho, a pesar de la turbulencia que tenemos en las formas políticas, con la llegada de nuevos presidentes más izquierdistas. Pero la tendencia macro de relevar la importancia de la tecnológica, el uso de aplicaciones, el valor de los datos va a seguir favoreciendo a la industria”, comenta.
A pesar de eso, es cierto que hoy debido a la turbulencia de los mercados, se están viendo bajas en las inversiones y bastantes despidos, especialmente a nivel de startups y tecnológicas. Nuevamente, en oposición a lo que fueron 2020 y 2021. Es algo que está pasando en Estados Unidos, en América Latina y en otros mercados, porque hay más enfoque en la rentabilidad y en reducción de costos.
“Hasta donde veo, se están haciendo despidos estratégicos, no enormes pero significativos de entre 5% hasta 20% del personal, lo cual es doloroso para muchos”, confirma Green.
Pero el fenómeno, desde su perspectiva, tiene un contrapeso favorable, gracias a la misma tecnología y a un posible mayor dinamismo del mercado.
“Hoy, una persona que fue despedida, en dos días puede llegar a ciertos de personas que tal vez la van a ayudar a encontrar algo nuevo. Así que, sin minimizar la importancia o el dolor de los despedidos, si uno se muestra ágil y positivo, creo que van a encontrar otros puestos”, vaticina el abogado.
Así las cosas, Green destaca que el mundo del fondeo y de las inversiones de capital de riesgo en emprendimientos de alto impacto de América Latina seguirá pisando fuerte. Y ahí es donde su firma quiere estar.
“Buscamos al talento humano, que para mí es [el atributo] fundamental para llegar a ser un emprendedor exitoso” asevera Green. Al describir cómo es ese talento, el abogado detalla: “capacidad de asumir riesgos, de ejecutar, creo que la ejecución es lo más importante, carisma, liderazgo, capacidad de ser muy ágil, de cambiar de un día para otro, pero también ser consistente, ser profesional, obviamente, preocuparse de los detalles, todo eso tiene que ver con talento…”
La buen noticia es que Green está viendo ese talento por todo el continente.
“Hoy veo más talento humano de Latinoamérica que nunca. Cuando yo estaba empezando mi carrera, todo ese talento quería trabajar con empresas tradicionales, como aseguradores, líneas aéreas, retail. Hoy, creo que los casos que inspiran son los de NotCo y Cornershop. Necesitamos esos éxitos para inspirar a otros. También hay que saber tomar el fracaso, porque la vida no es fácil, pero esos casos exitosos inspiran a muchos, generan riqueza a muchos niveles y esa riqueza puede ser reinvertida en nuevos retos, nuevas ideas”, concluye.