En tiempos de sequía, la agtech argentina Kilimo optimiza el uso del agua y ayuda a certificar su ahorro

Cada vez son más las noticias sobre la escasez del agua. Ya sean sobre el descenso de caudales de los principales ríos de Europa o de las sequías en América Latina ante la ausencia -cada vez más prolongada- de precipitaciones en diversos países, lo cierto es que la región es una de las más vulnerables.

Según un estudio del Observatorio Global de la Sequía, comparando el periodo 2011-2020 con el de 1981-2010, las cantidades promedio de precipitación se han reducido entre un 30% y un 90% en el este de Brasil, las costas de Venezuela, Ecuador y Perú, y el sur de Chile y Argentina. México también es otro país que sufre los estragos de la escasez hídrica.

No obstante, esta no es una problemática reciente y su uso eficiente en industrias claves de Latinoamérica como la agricultura, puede ser un dolor de cabeza. Por ello, Kilimo, una agtech originaria de Córdoba, Argentina, desarrolló un herramienta integral para el monitoreo y gestión del riego que permite medir y reducir el uso de agua.

La herramienta está basada en big data, usando información satelital, datos climáticos y del suelo, que ayuda a los agricultores en el proceso de toma de decisiones sobre cuánto y cuándo regar.

“Detrás de esto [la herramienta] hay una tecnología que por medio de datos climáticos e imágenes satelitales podemos modelar cuál es la necesidad hídrica de cada parcela, lote o sector de riego y generar una recomendación específica para cada una de esas realidades. De esta manera, nuestra herramienta nos permite ver cuánta agua consumieron los cultivos en los últimos días, cuánta consumen hoy y cuánta consumirán en los próximos siete días”, dice Rodrigo Tissera, Co-Founder & Head of Business Development de Kilimo.

Para Tissera, esto es clave porque permite a las empresas o agricultores adelantarse a las necesidades hídricas de los cultivos y ser más eficientes a la hora de generar las órdenes de trabajo o de riego.

“A las grandes y medianas empresas se les suele complicar mucho gran parte del trabajo operativo. Con nuestra herramienta nosotros simplificamos eso y generamos la orden de riego específica para cada sector. Esta es muy simple, puede ser una frase de texto plano que le indica si debe regar y por cuánto tiempo cada uno de los sectores. Eso se puede enviar por la misma plataforma, por mensaje de texto, correo electrónico o el medio de comunicación que mejor se adapte a las necesidades de cada usuario”, dice el cordobés.

La compañía, que nació en 2014, ofrece su herramienta en siete países de Latinoamérica, aunque sus mercados prioritarios por la gran actividad agroindustrial son Argentina, Chile, Perú y México. Según resultados obtenidos en diversos ensayos a lo largo del continente, Kilimo permite eficientizar cerca de un 25% del agua, igualando o mejorando los niveles productivos.

“Estamos disminuyendo entre un 20% a 25% el agua que el agricultor o empresa utiliza. De la mano con eso, están los fertilizantes. Si nosotros disminuimos la cantidad de agua que aplicamos, disminuimos también la cantidad de fertilizantes. Esto toma relevancia ya que a nivel mundial el tema de los fertilizantes ha estado muy en el centro del escenario por los costos. Nos hemos encontrado con producciones con reducciones de 20% de agua que viene emparejado de un 20% menos de fertilizantes, lo cual es importante”, dice Tissera.

Certificados líquidos

En paralelo al negocio de monitoreo de riego, Kilimo identificó otra vertical de negocio: la medición de huella hídrica y el proceso de certificaciones.

“Con la herramienta SaaS estamos generando los datos y podemos ayudar al agricultor a dar un paso más con el tema de las certificaciones, sobre todo ahora que se está hablando tanto del contexto de la sequía y de lo difícil que es regar y ser eficientes a nivel de agua. De otro lado, los mercados también están empezando a solicitar este tipo de certificaciones. A las empresas de agricultura se les van a solicitar que demuestren que están produciendo de manera sustentable y la trazabilidad de los alimentos”, dice Tissera.

En ese sentido, Kilimo con la información levantada puede certificar que el agricultor está haciendo un buen uso de los recursos y que está aplicando el agua correctamente.

“Para los agricultores, las certificaciones son una gran necesidad, pero obtenerlas implica procesos complejos que requieren información clara, concisa y confiable y es justamente la información que Kilimo utiliza. Actualmente estamos recibiendo más consultas para ayudarlos con certificaciones como Global Gap, con la tecnología Spring o ya sea con huella hídrica o con Certificado Azul. Esta vertical surgió de una necesidad del cliente al ver que contamos con esa información y podemos ayudarlos”, dice el emprendedor argentino.

En algunos lugares donde el contexto de sequía es mucho más fuerte, la agtech viene trabajando el concepto de water offset o compensaciones de agua que, un mecanismo parecido a las compensaciones de carbono, con la diferencia de que deben ser realizadas en zonas estresadas y cercanas al lugar donde se genera el impacto negativo. De esta forma, el agricultor al certificar su huella hídrica accede a algún tipo de compensación económica por utilizar menos agua. Este mecanismo lo viene haciendo en Chile y México, dos de los países con mayor estrés hídrico en Latinoamérica.

Asimismo, recientemente Kilimo concretó una alianza con Microsoft para ayudar a los agricultores de la cuenca del río Maipo en Chile -país que lleva 13 años de sequía siendo 2021 el cuarto año más seco de su historia- a disminuir el uso del agua y su impacto ambiental en sus operaciones usando datos informáticos. Todos ellos recibirán una compensación económica de Kilimo por los próximos tres años, como forma de promover la automatización y el cuidado del medio ambiente.

“Así funcionará el mercado de ser sustentable, del verdadero valor del agua al premiar a los agricultores por disminuir el uso de este recurso”, dice Tissera.

Para expandirse en mas mercados, a finales de año Kilimo tiene previsto realizas una seri A de financiamiento. Este año la compañía espera duplicar su tamaño y facturación llegando a los US$ 2 millones en ventas.

«Sobre el tema del punto de equilibrio es algo que las startups no llegamos nunca porque siempre estamos pensando en el próximo desafío. El dinero es un motor para el crecimiento. En esta serie A vamos a buscar una inversión, pero lo más importante aliados del sector que no sea solo aporten dinero, que sean socios estratégicos que nos ayuden a crecer», concluye Rodrigo Tissera.

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