Nacido en Dakar (Senegal), Karim es de nacionalidad ítalo-tunecina y tiene una maestría en Economía del Desarrollo en la Universidad Católica de Louvain-la-Neuve, Bélgica. Fue nombrado Vicepresidente Ejecutivo y Director de Asuntos Externos de Millicom en noviembre de 2020. Desde ese cargo, supervisa las funciones de Relaciones Gubernamentales, Asuntos Regulatorios, Comunicaciones Corporativas y ESG (Medioambiente, social y Gobernanza) del grupo.
Su enfoque está en desarrollar e impulsar el compromiso global de Millicom, la responsabilidad corporativa y las estrategias de reputación de la empresa.
Millicom International Cellular S.A. emplea aproximadamente a 20 000 personas a nivel internacional y brinda servicios móviles y de cable de fibra a través de sus autopistas digitales a alrededor de 50 millones de clientes, con una huella de cable de fibra de cerca de 13 millones de hogares.
– Como vicepresidente de Millicom, ¿qué nos puede decir sobre su plan de trabajo y de inversión en Bolivia?
Millicom invierte en Bolivia desde hace 31 años. Como la tecnología móvil cambia constantemente, nuestro sector requiere de inversiones constantes, puesto que cada año tenemos que mejorar la red e implementar nuevas tecnologías. En 20 años la tecnología móvil pasó de ser 2G, 3G, LTE, LTE Plus, 4G y ahora estamos preparando la 5G.
Durante los últimos cinco años hemos invertido 580 millones de dólares y, aunque no todo el mundo se dé cuenta, para mantener el servicio con tecnología de punta la inversión en la red debe ser constante, tanto para la conectividad fija, en los hogares, como para la móvil, en los celulares. La tecnología 5G necesitará mucha inversión en fibra óptica y actualmente nos estamos preparando para eso, sin contar que ya invertimos 20 millones de dólares en el único Data-Center del país.
Nosotros somos el termómetro de la economía, porque las empresas buscan la mejor red del país para conectarse, es por eso que seguiremos invirtiendo al ritmo que lo hemos venido haciendo hasta ahora, para mantenernos como la mejor red del país y el mejor servicio empresarial que las empresas puedan conseguir.
– Mientras ustedes invierten en la infraestructura para las redes de comunicación, empresas como WhatsApp, Telegram, Signal, etc. utilizan esa infraestructura para hacerles la competencia ofertando servicios gratuitos. ¿Qué opina de los riesgos internacionales que amenazan las inversiones de las empresas telefónicas?
Muchas de estas empresas son parte del futuro tecnológico y trabajamos con ellas. Algunos operadores europeos y otros norteamericanos están pidiendo las mismas reglas para todos, y pienso que eso es esencial: crear un cuadro legislativo que lleve a todos a respetar las mismas reglas. Pero también hay que ver qué es importante en este caso, si tener más regulación o modernizar la regulación existente. Para mí, la respuesta es modernizar la regulación existente y trabajar en un modelo donde los operadores de telecomunicación se rijan por leyes similares, sobre todo en los puntos fundamentales que son: la protección de datos, que afecta directamente a la gente; y los impuestos, que son fundamentales para cualquier sociedad.
Las empresas internacionales no están violando la ley, simplemente no pagan nada porque la ley no tiene alcance sobre sus operaciones. Esas empresas no son nuestras enemigas, sino que todos formamos parte de un “ecosistema de tecnología” y este funciona cuando todos tienen la capacidad de crecer juntos. La naturaleza nos enseña que cuando una especie es dominante y elimina al resto, se vuelve vulnerable. Todas estas empresas son parte del mundo tecnológico y tenemos que construir un modelo donde se desarrolle un objetivo común, que es brindar mejores servicios y conectividad a nuestros clientes.
Nosotros somos un grupo importante en nuestra región; sin embargo, comparándonos con los grandes grupos de Silicon Valley, somos muy pequeños, por eso debemos trabajar juntos y desarrollar un modelo óptimo que funcione para todos.
Hemos pedido a uno de los principales cerebros del sector, el profesor Raúl Katz, académico de la universidad de Columbia (Nueva York), que trabaje con nosotros en generar un informe que permita visualizar cómo podemos mejorar el sector de las comunicaciones en la región, con un enfoque especial en los países de América Latina.
Siempre que se habla de telecomunicaciones en Latinoamérica se pone atención en Argentina, Brasil, México y Colombia, olvidando a países como Bolivia, Paraguay y otros centroamericanos, que para Millicom son muy importantes. Es así que hemos solicitado trabajar sobre un informe que se convertirá en una especie de “Guía de las telecomunicaciones”. Este documento será una gran contribución para desarrollar ese modelo idóneo, ya que, además, se pondrá en conocimiento de los diferentes gobiernos de la región, de manera que no se genere un desincentivo a las inversiones; sino, más bien, oportunidades de crecimiento para que todos puedan invertir en solucionar la conectividad y ampliar su alcance con un “mix de tecnologías”.
En el caso de las áreas rurales, por ejemplo, hay que adecuarse y buscar las mejores soluciones, como utilizar el sistema satelital, ya que por tema de costos sería casi imposible cubrir estas zonas con una red 4G. Por lo tanto, tenemos que trabajar todos juntos respetándonos.
Algunos operadores pensaran que estoy siendo demasiado positivo, pero justamente por eso necesitamos que las empresas de telecomunicaciones se involucren con nosotros, además de la sociedad civil y las autoridades públicas, para establecer un modelo donde todos tengamos las mismas condiciones.
La realidad es que hoy en día existen empresas que no invierten en nuestro país. ¿cómo se podría integrarlas a la economía local?
Insisto en que es importante desarrollar un modelo donde todos trabajemos de manera conjunta, y que nadie sienta un “ataque directo” a su negocio. En Colombia, por ejemplo, se carga una parte del servicio sobre la tarjeta de crédito, y se puede pedir una imposición mínima a estos gigantes, como ya ha sucedido con éxito en otros países. El modelo perfecto no existe, pero todo es mejorable.
Otro ejemplo se puede ver en Estados Unidos, donde uno de los comisionados de la FCC (Comisión Federal de Comunicaciones) propuso crear un fondo especial en el que los Gigantes tecnológicos realicen un aporte de la pauta de publicidad que reciben para mejorar el desarrollo de la red de comunicación y cubrir, entre otras cosas, áreas rurales que no tienen cobertura. Es un modelo muy interesante que hoy se está discutiendo en Washington, y que, en mi opinión, puede funcionar en muchos lugares. Lo interesante será crear un fondo de servicio universal que esté destinado a que todos los operadores puedan continuar con sus inversiones y que no favorezca solo a uno.
– ¿Por qué Millicom está apostando por la educación como su principal herramienta de responsabilidad social? ¿Es importante para ustedes ser una empresa con visión e impacto social?
Nuestra visión es que la educación es la parte más importante del desarrollo de un país. Si no tenemos a los inventores o a los codificadores del futuro, ¿cómo seremos capaces de crear más compañías que puedan crecer y desarrollar el país?
Con esta perspectiva es que realizamos un congreso para todos los maestros de Bolivia. Hasta el momento, 170 mil profesores ya han tomado nuestros cursos en los últimos tres años de pandemia y nos sentimos orgullosos de poder preparar a la generación del futuro. En el caso de Bolivia, vamos a enfocarnos en la educación, porque estamos convencidos de que la tecnología permitirá reducir la brecha digital de manera real.
“Maestro Conectado” ofreció la oportunidad de conectarse a los profesores de manera remota, ahora, además tenemos una nueva aplicación basada en la web, para que pueda ser utilizada desde cualquier dispositivo. También contamos con el proyecto “Conectadas”, que ayuda a mujeres emprendedoras a aprender cómo utilizar la tecnología para desarrollar su negocio. También tenemos proyectos sobre ciberseguridad, un tema esencial que implica grandes desafíos. Nuestro ADN es conectar a la gente, y para eso necesitamos educación, inversiones para conexión y trabajar con la sociedad civil, por eso pensamos en los maestros, ya que ellos son esenciales para la construcción del mañana.
Queremos crear más oportunidades en nuestros países para que la gente se quiera quedar, yo soy un emigrante y estoy enamorado de América Latina. Tiene algo especial; soy mitad italiano y mitad africano, y la primera vez que descubrí esta región me cautivó el corazón. Ya son dos años que trabajo en Millicom con un enfoque especial en Latinoamérica y he notado, con gran satisfacción, que hay un desarrollo intelectual que le permitirá crecer.
EducaTigo es un gran ejemplo, en Bolivia hemos desarrollado un canal de televisión con el que llegamos a 400 mil hogares, con nuestra red de cable, y 500 mil hogares más, a través de un convenio con el gobierno.
– En su modelo de negocio, ¿qué tan importante es tener un gerente local que tenga el conocimiento de la normativa nacional en un sector tan regulado como las empresas de telecomunicaciones? ¿Podría decir que este ha sido un factor del éxito para Tigo en el país?
Sin duda, la parte más importante es encontrar un buen líder, y eso no pasa por la nacionalidad de la persona, sino por su capacidad de escuchar al equipo, porque para la parte regulatoria tenemos miembros especialistas en el equipo.
El mejor líder es aquel que es capaz de escuchar y trabajar en conjunto, encontrando a los expertos que le permitan enfrentar a los desafíos locales. Ahora bien, los gerentes de Tigo tienen experiencia de trabajo en países de África, donde llevan a cabo operaciones complicadas, y esa experiencia les ha permitido ser mejores líderes e identificar a los talentos del mañana. Como ejemplo de esto tenemos a dos paraguayos que son CEOs en Colombia y Panamá, respectivamente, y a un venezolano como CEO en Paraguay.
Por otra parte, aunque el cuadro regulatorio en Bolivia es complejo, en general nuestro sector es el más regulado del mundo, y así lo veo en todos los países donde estamos. Hay muchos niveles de normativa y es necesario encontrar la forma de agilizar el proceso regulador, porque nuestro sector cambia muy rápido y existe mucha innovación, cada dos o tres años. Vamos a trabajar con las autoridades públicas para ver como podemos ayudar; la mejor forma de apoyar las inversiones es que el país esté listo para recibir inversión extranjera.
En general, los mercados se manejan en busca de un mejor retorno sobre sus inversiones, una estabilidad regulatoria y no tener subidas y bajadas frecuentes, porque el capital va donde tiene un mejor retorno. Para Millicom, Bolivia es una inversión muy importante, ya que tenemos una operación enorme al contar con 2.700 empleados. Además, 90 mil personas trabajan con nosotros de manera indirecta.
Dejamos de operar en África para enfocarnos en el mercado latinoamericano. Para algunos puede ser pequeños países, pero nosotros los vemos como grandes oportunidades. Queremos mirar al mercado de una forma regional, para crear oportunidades de integración que contribuyan al desarrollo de toda la zona.
América Latina tiene mucho potencial, ya que el nivel intelectual es muy alto. Si convencemos a los mejores cerebros de quedarse y trabajar por el desarrollo de sus países, encontrar organizaciones adecuadas e identificar las personas que toman las decisiones, entonces ahí estará el éxito para todos. La pandemia nos ha enseñado a trabajar juntos; tanto el gobierno como las industrias y las organizaciones civiles deben trabajar de manera conjunta, y esta debería ser la “nueva normalidad”.