La lucha contra la discriminación, Nicaragua, la migración y la seguridad alimentaria prometen acaparar los debates de la 52ª Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), el principal foro político en las Américas, que empezó este miércoles en Lima.
«Debemos creer en la democracia más que nunca y que esta nunca sea sacrificada en ningún altar (…) La democracia es la única solución, es la que puede y debe dar soluciones a nuestra gente”, señaló el secretario general de la OEA, Luis Almagro, en su discurso de inauguración.
«Quiero destacar y saludar que la máxima instancia de la OEA se haya propuesto abordar de manera prioritaria la lucha que nos toca librar, unidos contra la desigualdad y la discriminación (…), que son una amenaza permanente a los valores sobre los cuales los pueblos de las Américas hemos decidido cimentar nuestra convivencia», declaró, por su parte, el presidente peruano Pedro Castillo.
Castillo y Almagro inauguraron el cónclave de tres días de la OEA, que tendrá lugar en el Centro de Convenciones de Lima, y al que el jueves se sumará el jefe de la diplomacia estadounidense, Anthony Blinken.
Los cancilleres americanos debatirán diversos proyectos de resolución y declaración, principalmente sobre Nicaragua y la situación de seguridad en Haití. Además, discutirán sobre la migración venezolana y la invasión rusa a Ucrania, que amenaza la seguridad alimentaria en América Latina.
La Asamblea debe examinar también una declaración sobre los derechos humanos en Venezuela, adelantó el encargado de la diplomacia estadounidense para las Américas, Brian Nichols. Otro tema que puede sobrevolar la Asamblea es el proceso de elección del nuevo presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), abierto la semana pasada tras la destitución del estadounidense Mauricio Claver-Carone por cuestionamientos éticos.