Lejos de ser una piedra en el zapato, la complicada coyuntura de la cadena de suministro global que se viene arrastrando desde 2021 -producto de la pandemia- se ha convertido en una gran oportunidad para el operador logístico Ransa. Al menos así lo ve Paolo Sacchi, CEO de la multilatina de origen peruano, quien afirma que estos agitados tiempos han ayudado a consolidar las plataformas en las que opera y han sabido sacar provecho de esto a nivel internacional.
“Ransa es un negocio esencial no solo en Perú, sino en todos los ocho países en los que operamos. Lo que buscamos es que la logística de nuestros negocios de graneles, fertilizantes, gas, petróleo, minería, retail, consumo masivo, comercio exterior y automotriz
sigan operando para mantener las cadenas logísticas de nuestros clientes”, dice Paolo Sacchi. “Ransa ha sabido sobreponerse mucho al impacto del COVID acercándose a los clientes en un momento muy complicado en el que sus cadenas logísticas eran más difíciles de administrar. Fue una gran oportunidad porque utilizaron la tercerización y aprovechamos el negocio de última milla de las compras vía digital en las diferentes geografías”.
La digitalización de todos sus procesos también fue un gran habilitador para atender la creciente demanda tanto de sus clientes tradicionales como los nuevos que iban surgiendo en el camino. Para ello, creó R360, una aplicación que da visibilidad en tiempo real de todos los servicios realizados por el operador logístico.
“Hemos utilizado la tecnología para lograr mayor eficiencia en los almacenes, en el transporte, en dar información al cliente y visibilidad al consumidor y al cliente para operar. Otro aspecto de la digitalización es que nos convertimos en una organización cero papel; la pandemia nos forzó a eso. La toma de inventarios lo hacemos a través de hand-helds (dispositivos que escanean y almacenan datos). La información fluye hoy mucho más automatizada y digitalizada. La clave para convertirnos en una organización data driven es utilizar esa información para hacer nuestra cadena logística y la de nuestro cliente mucho más eficiente”, dice el CEO de Ransa.
La digitalización no es el único gran cambio que ha experimentado la compañía en los últimos meses. Y es que después de hacer de las adquisiciones una modalidad para el ingreso a nuevos mercados (opera en ocho países y 35 ciudades), en octubre de 2021 la compañía se convirtió en el cazador cazado, tras anunciar que H.I.G. Capital, firma estadounidense de capital privado e inversiones alternativas, adquirió una participación mayoritaria en Ransa. Los términos de la negociación no fueron revelados.
De esta forma Ransa, que hasta antes de esta transacción era parte del Grupo Romero de Perú -el cual se mantendrá como socio estratégico de la empresa- entra a una nueva etapa.
“Uno de los grandes cambios y transformaciones por las cuales pasó Ransa fue una separación entre los diferentes negocios logísticos e inmobiliarios. Ransa tenía una gran presencia inmobiliaria y lo que hicimos fue separar esos negocios que se quedaron en la transacción con el Grupo Romero. El negocio logístico necesitaba de un impulso importante de crecimiento y lograr ciertos objetivos. El Grupo Romero estaba más concentrado en otros negocios y no en el logístico, especialmente”, dice Paolo Sacchi.
El timing de la operación, para el ejecutivo peruano, no pudo ser mejor. “La logística es uno de los grandes polos de crecimiento del mundo por la coyuntura que vivimos y hay algunos interesados en tomar una posición en este negocio. H.I.G., que es un fondo con más de US$ 45.000 millones de activos administrados, apostó por tomar una participación importante en Ransa y sobre eso construir un negocio logístico para convertirla en una plataforma líder de operación logística para ingresar a nuevos mercados y desarrollar su estrategia. Hicimos un match perfecto. Hasta la fecha, es poco lo que podemos decir sobre esta operación. Estamos trabajando muy de cerca con el equipo de H.I.G., que está basado en Colombia, y tenemos planes muy importantes de crecimiento. Uno de nuestros principales objetivos es consolidarnos como el operador logístico líder en Latinoamérica”, dice.
La apuesta digital, en ese sentido, toma gran relevancia para lograr esta meta, sobre todo cuando la irrupción de la tecnología ha traído como resultado la creación de startups de logística o LogiTechs que vienen revolucionando las cadenas de suministro.
“Nos especializamos mucho en la logística inland (transporte previo o posterior a un transporte marítimo contenedorizado). Dependemos mucho de las importaciones para nuestros clientes, pero el gran reto es la integración con nuestros clientes y con las cadenas logísticas inlandSe
Según Paolo Sacchi, el diferencial de Ransa es que es un operador logístico integrado que se encarga desde el agenciamiento de aduana hasta el consumidor final (última milla) | Ransa
CLIENTES Y NAVIERAS, ¿LA NUEVA COMPETENCIA?
La competencia en la logística no solo radica entre los operadores de esta industria. Cada vez son más frecuentes los anuncios de grandes retailers y plataformas de e-commerce que apuestan por encargarse ellos mismo de la logística de sus envíos invirtiendo grandes sumas de dinero en almacenes, centros de distribución o adquisición de incluso aviones.
Las grandes navieras globales también han expresado en repetidas ocasiones su interés por convertirse en operadores logísticos integrales e incluso ya han salido de compra adquiriendo empresas logísticas que las ayuden a lograr su objetivo.
La presión para operar con eficiencia y mantener clientes es alta y la clave para resistir a la dura competencia para Ransa es la adaptación. “Muchas de estas empresas [que invierten en su logística] son también nuestros clientes y hemos adaptado algunos servicios a sus necesidades. Algunos de ellos necesitaban llegar a los consumidores finales, sobre todo los de nuestra plataforma de consumo masivo y retail. Por ejemplo, en El Salvador y en Perú algunas empresas necesitaban hacer delivery a los consumidores directamente. Es ahí donde Ransa adapta algunos procesos para llegar directamente a los consumidores. Esto va muy en línea con nuestra visión que es convertir la logística de nuestros clientes en su ventaja competitiva”, dice Sacchi.
Para Sacchi, otra ventaja de su modelo de negocio es que, a diferencia de retailers que meten mano en su logística o startups especializadas en algún eslabón de la cadena, es que Ransa es un operador logístico integrado que se encarga desde el agenciamiento de aduana hasta el consumidor final (última milla) a través de toda la cadena.
“No solo tenemos un servicio hacia el consumidor, sino uno hacia el cliente de nuestro cliente o el apoyo a alguien que quiere traer un contenedor de cualquier parte del mundo y pasarlo a través de nuestra cadena para llevarlo a sus almacenes. Somos una plataforma integrada y lo que queremos es darle ese servicio integrado a todos los clientes con especialización en la logística a cada uno de los negocios, ya sea para consumo masivo, automotriz, retail, minería, granos, fertilizantes, entre otros”, dice.
MÁS MERCADOS Y SERVICIOS
Todas estas acciones han llevado a la compañía a obtener resultados positivos. En 2021 Ransa registró US$ 350 millones en ventas (en 2020 ascendieron a US$ 336,5 millones) y apunta a un crecimiento de 10% este año. Además, se ha impuesto la meta de crecer a doble dígito todos los años y triplicar el Ebitda cada cinco años.
Para lograrlo la compañía planea ingresar a nuevos mercados e invertir en más infraestructura. En marzo de 2022, el operador logístico abrió un nuevo centro de distribución en el distrito limeño de Huachipa que funcionará como punto de operaciones para el Grupo Palmas (perteneciente al Grupo Romero), desde donde se realizará el almacenamiento y despacho de productos para canales de food service y consumo masivo.
En Colombia, invertirá en almacenes en Bogotá y Medellín y abrirá sucursales en Pereira y una ciudad adicional. También están creciendo en almacenaje en frío y han instalado 26.000 nuevas posiciones en Perú, cerca de 30.000 en Colombia y otras más en El Salvador.
Y es precisamente en Centroamérica donde la compañía ve un gran potencial para seguir expandiéndose. Actualmente, la firma opera en Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua.
“Centroamérica es un buen espacio y ahí podemos incrementar nuestro footprint. A través del crecimiento inorgánico y adquisiciones -que es parte de nuestra estrategia- podemos entrar en países donde no estamos que tengan potencial de buena escala y clientes. Nuestra visión está muy orientada al cliente y si hay uno que no estamos atendiendo en un país Cómo Costa Rica o Panamá, evaluamos si lo podemos hacer a través de una adquisición. Así comenzamos en Ecuador en su momento con Ambev (hoy AB InBev). Esa es la importancia de poner al cliente primero y al centro de nuestras decisiones”, dice Paolo Sacchi.
Otra vertical de crecimiento para Ransa en algunos países latinoamericanos es la logística de fríos y congelados.
“Tenemos un servicio que llamamos del campo al barco. A la agroindustria, que si bien ha dado unos saltos tecnológicos increíbles en el campo, todavía le falta la integración de la cadena agroindustrial. Hay una gran oportunidad para tecnificar y administrar la cadena de frío en Latinoamérica y también en los productos congelados. En retail también hay oportunidades de integrar proveedores o pequeños empresarios con los grandes retailers”, dice el ejecutivo.
Así, identificando nuevos mercados y oportunidades, Ransa apunta a tener presencia en toda la costa Pacífico, desde México hasta Chile. “En México no tenemos operación, pero es un país interesante que seguramente dentro de cinco años puede ser uno donde nos gustaría estar”, concluye.